ESPAÑA SIEMPRE PERSIGUIÓ EL CATALÁN



La lengua catalana ha sufrido diferentes niveles de persecución, el primero de ellos y perpetrado por siglos fue por parte de la nobleza y burguesía catalanas. Como dijo el catedrático de Filología Catalana de la Universitat de València, Antoni Ferrando, ya a partir del s. XVI "un profundo complejo de inferioridad se adueña de los catalanófonos ante un castellano imperial, considerado como lengua elegante y refinada por antonomasia". La nueva dinámica iniciada con la unión de las Coronas y las nuevas fidelidades que generaba, originaron también un retroceso en la lengua y en la cultura catalanas, que iniciaron una etapa de decadencia, tras la pujanza de los siglos anteriores, y en entre los nobles e instituciones catalanas se generaliza el uso del castellano.


 El castellano se convirtió en la lengua de la corte pero también los intereses materiales, económicos y comerciales, e incluso el azar contribuyeron a ello: La peste afectó a toda la península ibérica, pero en las zonas costeras de la Corona de Aragón fue aún más mortífera reduciendo enormemente su población. El Reino de Aragón, cuya habla local estaba más emparentada con el primitivo castellano adoptó muy rápidamente el idioma, de tal manera que en la mayor parte del territorio de la actual provincia de Teruel y de la zona occidental del Reino de Valencia (repoblado por aragoneses principalmente) se hablaba principalmente castellano desde su conquista y repoblación.



Juan de Valdés afirmaba en 1535 que «la lengua castellana se habla no solamente por toda Castilla, pero en el reino de Aragón, en el de Murcia con toda el Andaluzía y en Galizia, Asturias y Navarra, y esto aun hasta entre la gente vulgar, porque entre la gente noble tanto bien se habla en todo el resto de Spaña». Hacia 1600 Miguel de Cervantes refleja la sociedad barcelonesa en la segunda parte de El Quijote, y describe que el español era lengua de uso habitual y que los barceloneses se referían a ella como “nuestra lengua” y sobresaliendo la presencia significativa de libros en castellano.


 El prestigio del que gozaba el castellano lo demuestra el hecho de que en 1640 (74 años antes de los Decretos de Nueva Planta) tras la muerte del conseller Pau Claris en la Sublevación de Cataluña, se le dedicaron unas emotivas "Nenias" fúnebres en castellano.


Con respecto a los Decretos de Nueva Planta de 1714, básicamente se impuso el castellano como la lengua oficial en todas la administraciones del Estado, es decir, la 
Real Audiencia, la Capitanía General y otros elementos de la administración regia como las corregidurías o veguerías.

A pesar de la creencia que la Nueva Planta prohibió el uso del catalán, la realidad es que el idioma oficial de la Audiencia Real pasó de ser el latín para ser sustituido por el castellano. El latín y catalán perdieron su oficialidad y todos los documentos de las instituciones de la Audiencia fueron redactados obligatoriamente en castellano. Pero el Decreto no imponía limitaciones legales al uso de la lengua catalana en las administraciones locales, ni en actividades reguladas por los colegios notariales, y el catalán siguió usándose tanto en la documentación notarial como en la literatura no oficial.

La Real Audiencia de Cataluña, órgano de administración de justicia en el territorio, se organizó en salas de lo civil y lo criminal. El decreto mantuvo intacto el antiguo derecho civil, penal y procesal catalanes, al igual que el Consulado del Mar. Por ello, aunque en las distintas salas se obligase al uso del castellano, para la correcta interpretación de las antiguas leyes aún vigentes, también se obligaba a los relatores al conocimiento del latín y del catalán, lenguas en las que habían sido redactadas. De hecho los "Usages" no fueron traducidos al castellano hasta el s. XIX.

Aún así, el castellano se iría paulatinamente introduciendo en la administración local ordenando a los corregidores que lo hicieran mediante «las providencias más templadas y disimuladas, para que se consiga el efecto sin que se note el cuidado». Finalmente el catalán quedaría relegado a un papel secundario en la administración pública, perdiéndose su uso entre el funcionariado y las élites, y quedando finalmente reducido al ámbito privado y familiar.

La Nueva Planta también abolió las siete universidades catalanas existentes antes de 1714, sustituyendolas por una sola, la de Cervera, cuya única lengua oficial sería el castellano. De hecho, recibió el monopolio de la edición de todos los libros docentes, por lo que el castellano aún cobraría mayor prestigio entre la élite catalana cultivada de la época, aumentado el número de publicaciones en este idioma. Aunque no hubo ninguna prohibición legal hacia las publicaciones culturales en catalán, este fue cayendo en desuso hasta provocar que la prensa en Cataluña fuese editada de forma mayoritaria en castellano. 


En 1768 se implementarán las primeras ordenanzas para imponer el uso del castellano en la enseñanza, aunque no se producirá una pérdida de hegemonía del catalán en la enseñanza de primeras letras hasta el siglo XIX, además de tener un efecto reducido sobre una población en la que casi el 100% era analfabeta. 

Ya con la Ley Moyano en 1857 de instrucción pública, sólo se autorizaba el castellano en las escuelas, lo cual tuvo un efecto mediocre sobre una población donde la tasa de analfabetismo variaba del 75% en 1850 al 50% de 1910. A mediados de siglo XIX se invierten las afecciones, y comienza a existir entre la poderosa burguesía catalana un menosprecio hacia el castellano. Esta desarrolló un movimiento cultural que ensalzaba la cultura y lengua catalanas, la renaixenca, que promocionó mucho su literatura, y que en parte palió los efectos negativos que podría haber ocasionado la ley Moyano. 

En todo caso, tras pasar por una Primera República que no legisló el uso del catalán en la educación y la dictadura de Primo de Ribera después, que era catalanófobo ,en 1932 se proclama la II República Española, que vuelve a instaurar el catalán en las escuelas hasta el gobierno franquista. La realidad es que, en contra de lo que se cree, la dictadura no prohibió hablar catalán, sino que se censuro su uso en la educación y la literatura. A partir de 1950, el régimen comienza a aplicar una política cultural más laxa, que permitió el teatro y la publicación en catalán, dando lugar a la publicación de ocho libros en este idioma durante el franquismo. Paradójicamente, durante la segunda república no se publicó ninguno.


A día de hoy, y según expresó la Comisión de Expertos de la CE en la Carta de 2005, España es un país precursor en Europa del amparo y fomento de las lenguas regionales. 

 
 Idioma español en Cataluña. wikipedia
http://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_espa%C3%B1ol_en_Catalu%C3%B1a

La protección de las lenguas minoritarias en Europa: hacia una nueva década
http://www.euskara.euskadi.eus/contenidos/informacion/argitalpenak/es_6092/adjuntos/Lenguas%20Minoritarias.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Decretos_de_Nueva_Planta

https://es.wikipedia.org/wiki/Idioma_espa%C3%B1ol_en_Catalu%C3%B1a#%C3%89poca_de_los_Borbones_en_Catalu%C3%B1a

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_idioma_catal%C3%A1n#El_proceso_de_sustituci%C3%B3n_ling%C3%BC%C3%ADstica

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_idioma_catal%C3%A1n#El_proceso_de_sustituci%C3%B3n_ling%C3%BC%C3%ADstica

https://es.wikipedia.org/wiki/Decreto_de_Nueva_Planta_de_Catalu%C3%B1a#La_imposici%C3%B3n_del_castellano_como_lengua_de_la_Administraci%C3%B3n

https://es.wikipedia.org/wiki/Usuario:BernardinoMendoza/Decretos_de_Nueva_Planta_de_la_Real_Audiencia_del_Principado_de_Catalu%C3%B1a#Administraci%C3%B3n_de_la_justicia






1 comentario:

  1. "La tenaz resistencia de los Catalanes contra la debida sujeción a mi legítimo dominio que desconoció su Perfidia, en que se indujeron muchos sujetos notables de las Universidades Literarias en aquel País, provocó mi Justicia y obligó mi Providencia a mandar que se cerrasen las Universidades que eran fomento de maldades cuando debían serlo de virtudes” Felipe V. ¿Cual fue el crimen de las universidades catalanas? Tener libros en catalán.

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